En el halo de la luna gotea negra sangre
Los calderos hierven y las meigas gimen
Lacerando el fulgor de las estrellas,
Hijas nacidas de Lilith, forzadas
a vivir sin alma,
pero con
un retorcido, helado
corazón.
Puertas abiertas
de Sidh
en
Galicia.
Los milladoiros tiemblan y las piedras se estremecen
en sus
laberintos
Rúnicos secretos resquebrajan los cielos
Rabiando en rojo las célticas cruces
Grabadas por druidas pútridos y muertos, tiempo
antes de que en la suya
fuera
crucificado el
carpintero santo.
El cielo de Samhain se apaga
en
Galicia.
En las purgantes llamas incendiando saltos
Con un ángel amortajado en el bolsillo
Convoca a descender las más breves estrellas
Suplicando a la menguada noche, mientras
los perroslobos aúllan y
aúllan por rasgar
el mercurio de la
luna.
Fuego de solsticio de San Juan
en Galicia.
Aleluyas demoníacas se remontan a coro
Majestuosos minués de sombra, danzan
la médula más
pura del infierno, mientras
los defensores de la llama del Sabbat fían
en que un saciado Eros caliente todavía, ya
huella
el calor de la Queimada.
Noche oscura
del alma
en
Galicia.
Entonces sedosa telaraña en piel de gallina
Abrazo encapotado de Galicia
Que disuelve visiones y zurce cicatrices
No hay horror de corazones de piedra o de ceniza, ni
mujeres con nombres peregrinos,
no obscuras
esencias suspendidas, no gemidos fantasmales.
Nobleza primordial
en
Galicia.
Olvidados pelos de la nuca se erizan por reconocer
Un delicioso miedo que retorna
Desde la noria y desde los tiovivos
Metamorfosis encantadora
A duendes salmodiando, hombreslobo
ululando, vampiros
en un ala negra.
Infancia nueva y sin
resuello
en
Galicia.
Eternidad e infinitud
Bramante viento, rugiente mar
Antorchado orujo y desbravado
Faroles para nuevos días de zafiro, donde
reina el batir de los
tiránicos sentidos, pues
ya uncida la inocencia.
El arca de las pasiones
bautizada
en
Galicia.
Con el escalofrío húmedo y malsano
de las catacumbas
Fría como el pezón de una bruja
El ánima extranjera de arribada,
El muro imperforable de fiebre, taladrado
por la intrépida ternura
y
la fuerza de querer amar.
Ardiente vida el don
de Galicia.
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